De alguna manera, pues, podríamos comenzar nuestras reflexiones subrayando dos rasgos básicos, que actúan a modo de enlace, entre las experiencias vitales, que jalonan la existencia personal de Navarro Ramón, y las experiencias artísticas materializadas particularmente en su pintura. Nos referimos en concreto, a la destacada nota de “continuidad” entre arte y experiencia y, a su vez, a la “transformación” operativa que se establece entre ambos registros.”
Roma de la Calle (2002)
La carga visual, el aliento poético y una contenida emoción son presencia real en la obra de Juan Navarro Ramón pero ésta tiene, entre otros muchos, un factor añadido que enlaza la personalidad creadora con la ubicación física, es decir con el desplazamiento, con la necesidad de viajar, de cambiar de lugar. Esto es un hecho demostrado en las biografías de casi todos los creadores. No se trata sólo de cambiar de lugar geográfico sino más bien de espacio físico debido a la tendencia que tienen a expresar y verbalizar sus supuestos teóricos vistos o comparados con los de los otros.
También se repite en la mayoría de artistas la necesidad de tener una especie de “refugio seguro” donde volver y Altea era el elegido por este alicantino, que enlaza, a su vez, con el retorno hacia sí mismo. Abstraerse para construir una obra que, al no estar limitada, le permite escuchar su pulsación, marcarla con el ensueño y la reflexión del artista, dentro del proceso plástico en el que deja su huella. Se trata, pues, de un sistema de vasos comunicantes, a veces imperceptible, que el artista utiliza.
La idea es hacer un sucinto recorrido histórico, más que por el arte en diferentes periodos, por la época y circunstancias que lo determinaron. Nuestro artista, Navarro Ramón, estuvo condicionado, como los demás creadores, a elegir recorrer en sus caminos, viajes y estancias diferentes lugares de La geografía peninsular, europea y americana.
Altea, Valencia, Madrid, Barcelona, Madrid, Barcelona, Paris, Barcelona, Valencia, Paris, Barcelona, Port Bou, Perpignan, Coulliure, Perpignan, Paris, Miranda de Ebro, Barcelona, Paris, Barcelona, Francia, Alemania, Argentina, Ibiza, Altea, Sitges.
Hay que Leer Las paginas escritas por historiadores, investigadores y críticos de arte para tener presente La situación particular por La que atravesaron Las artes pLasticas en España antes y después de La Guerra CiviL. Periodo en eL que, entre otros artistas, estaba Navarro Ramón. También se ha de tener en cuenta eL hecho que enLaza con Paris, centro de Las artes y Lugar cuLturaL de referencia mundial aL que un gran número de artistas de todo eL mundo, entre los que se encuentran Los españoLes, ecLipsados por Picasso, consiguieron quedarse, ir por un tiempo, o varias veces como Navarro Ramón. Allí encontraron, ademas de La dura reaLidad vitaL, los diversos Lenguajes de Las vanguardias y de la contemporaneidad.
En España, taLes expresiones artísticas, interrumpidas por La mencionada guerra, se singuLarizaron por eL reaLismo y eL expresionismo determinados por aqueLLa terribLe tragedia y dieron paso, tras La beLigerancia, a Los Lenguajes abstractos y figurativos que convivieron en Las décadas siguientes. Muchos de Los artistas comprometidos con el ideario de La RepúbLica se exiLiaron, ingresaron en prisión, abandonaron o aparcaron las fórmuLas artísticas modernas.
Entre ellos hay que citar a Pablo Picasso, nombrado director del Museo del Prado en 1936 y que como tal, cuidó tanto la preservación como el traslado de las obras ante los saqueos y los bombardeos que sufrió la ciudad de Madrid.
Dicha tarea se le encargó al pintor Timoteo Pérez Rubio que en abril de 1937 fue nombrado presidente de las Juntas Central y Delegadas del Tesoro Artístico. Este pintor había sido el maestro de Navarro Ramón en Madrid. En este contexto resulta interesante el retrato al óleo que Pérez Rubio hizo en 1925 a su mujer, la escritora Rosa Chacel, adquirido recientemente por el MEIAC, Museo Extremeño e Iberoamericano de Arte Contemporáneo.
A Picasso en Paris le sorprendió el bombardeo de Guernica realizado el 26 de abril de 1937 por la aviación alemana. Su imagen la traslada al cuadro conocido por ese nombre y que formó parte de las obras que se mostraron en el Pabellón Español de la Exposición Internacional de Paris.
En general, la estética de los artistas en el franquismo se caracterizó por un regreso al costumbrismo. No obstante, fueron creándose diversos grupos alrededor de una recuperación de la vanguardia plástica como el Dau al Set que surgió a mitad de los cuarenta en Barcelona con Antoni Tapies y el crítico Juan Eduardo Cirlot, con un lenguaje surrealista y en la línea de Klee y Miró. En los cincuenta hay que mencionar al Grupo Parpalló en Valencia con Manolo Gil, Andreu Alfaro y Eusebio Sempere y también el formado en Madrid llamado El Paso, con una base discursiva de búsqueda de la esencia del arte y del artista desde una perspectiva informalista. Entre otros artistas, El Paso lo formaban Antonio Saura, Manuel Millares, Martín Chirino, Luis Feito, Rafael Canogar, Manuel Rivera y Manuel Viola.
Eran personalidades individuales que se unieron frente a la realidad cultural de la dictadura y crearon el denominado informalismo español, gestual o matérico. La otra estética, llamada “nueva figuración” que parte del expresionismo y del pop art internacionales, se determina por la mencionada particularidad española que une el concepto con la crítica social. Artistas con diferentes procedimientos plásticos como Eduardo Arroyo, Genovés, Equipo Crónica, Equipo Realidad, Úrculo, comparten la idea del compromiso político del artista en la sociedad y a través de su obra muestran su denuncia.
Cada autor tiene su propio lenguaje y eso es lo importante, porque muestra su experiencia directa dentro de La particular trayectoria creativa. En ese contexto hay que mencionar, por tratarse de un hecho extraordinario dentro del arte en España, que en la década de los sesenta algunos artistas como Gerardo Rueda, Eusebio Sempere, Gustavo Torner y Fernando Zóbel, crearon el Museo de Arte Abstracto Español en Cuenca, inaugurado en el año 1966. En nuestros días sigue siendo uno de los museos más interesantes e importantes, tanto por su contenedor como por su contenido.
En los años sesenta y primeros de los setenta, además de la abstracción y la nueva figuración, surgió un “neo” constructivismo. Esta estética tuvo una importante exposición, en el año 1973, titulada “50 años de constructivismo”, en la Galería René Metrás de Barcelona. No obstante, la abstracción y la figuración continuaron teniendo su fuerza dentro del arte español de la década. De ahí que dos interesantes opciones internacionales, la del arte minimal y la del conceptual, tuvieran poca irradiación en la estética del arte de aquella época.
Los artistas que como Navarro Ramón tenían una visión diferente de la realidad y que consideraban que lo cambiante era el concepto mismo de la realidad, su contenido, no habían pretendido copiarla sino interpretarla, bien descomponiéndola geométricamente, bien rompiendo su sentido lógico o, como en el caso de los surrealistas, buscando las contradicciones de la misma.
La llegada de la Democracia no cambió las líneas estéticas dentro de los parámetros artísticos pero sí los propósitos ligados a la lucha política con la libertad. El Guernica, además de un símbolo contra la guerra, representa la imagen de algo que no debe repetirse. Cuando en el año 1979 Javier Tusell fue nombrado director general del Patrimonio Artístico, Archivos y Museos, inició los contactos con los herederos de Picasso y con los representantes del MOMA de Nueva York de forma que el Guernica llegó a España en septiembre de 1981.
En esos años, los artistas siguen participando en la defensa de las libertades como es el caso documentado en el archivo de Navarro Ramón relativo a que Juana Mordó, “figura esencial de la renovación de las artes de los cincuenta hasta los setenta”, le escribe el 5 de mayo de 1980, en nombre de la Cruz Roja, para que participe en un “Sí a la libertad y a los derechos humanos”. El pintor alteano en su respuesta dice estar de acuerdo con los principios que se defienden y dispuesto a colaborar con su Sí y una obra a la exposición colectiva de “Pintores y escultores españoles por los derechos humanos” en la Galería Tiépolo, Palacio Arbós, después de la muestra de Joan Miró. En noviembre, el presidente de la Cruz Roja le solicita su “logotipo firmado” para unirlo al de los demás participantes en el mensaje por la paz. Esto supone un claro signo del cambio político habido en España a mitad de la década de los setenta del siglo pasado con la instauración de la democracia.
La fotografía de Picasso, Zadkine, Foujita y Navarro Ramón en Paris ha sido una curiosa guía porque me ha llevado a descubrir a dos artistas con interesantes semblanzas y un lugar destacado en la historia del arte del siglo XX, en el que parece obvio decir que Picasso sobresale en toda su dimensión artística. No sé cuántas veces he mirado la mencionada imagen fotográfica tratando de hallar algún enigma, alguna respuesta. La única que he encontrado ha sido la de bucear en sus biografías. Conocía la de Picasso y la de Navarro Ramón, pero no la de los otros dos personajes retratados que también te magnetizan, ¿Son ellos? ¿Es Paris?… Conviene recordar que las vivencias se pueden atribuir a vínculos o a acontecimientos determinados e igualmente a nuestras concretas relaciones con la realidad, con el mundo que se manifiesta y desarrolla en tales procesos.
Juan Navarro Ramón hizo con su mujer su primer viaje a Paris el año 1934 y allí conocieron a Pablo Picasso, eje de las vanguardias y de las artes del siglo XX. Tenía 53 años y un renombre internacional mientras que el alteano contaba con 31 años y un sinfín de ilusiones. En cierto sentido, cabe decir que es la obra del pintor que nos ocupa la que habla con una absoluta claridad, pero no podemos olvidar que la misma pertenece a un artista que tuvo la suerte, dentro de La gravedad de La época, de compartir, aunque sólo fueran unos momentos, unas vivencias únicas con los artistas más importantes de la llamada “Escuela de Paris” y con muchos otros que, como él, no estaban adscritos a ningún grupo.
El inventor del mencionado concepto de Escuela de Paris, según una de las comisarias de la exposición, titulada “Voyages dans l’intimité de l’ école de Paris”, Jeanine Warnod, fue su padre, André Warnod. Dicha muestra, con obras de cincuenta artistas, entre ellos Chagall, Foujita y Picasso, se inauguró el 28 de abril de 2004 en el Musée du Montparnasse de Paris y estuvo a cargo de la Conservadora del Museo, Sylvie Buisson. De alguna forma se trata de hallar los enlaces con el tema y con Navarro Ramón. De ahí la cita a Tsugoharu Foujita (Tokyo, 1886 – Paris, 1968) pintor con una muy interesante biografía en 1913 en Paris se encuentra con Ortiz de Zárate quien le presenta a Picasso y a los artistas de la escuela de Paris- y también una importante trayectoria artística en el Musée Maillol se encuentra un retrato suyo-.
De igual forma y con su propio lenguaje se enmarca la trayectoria vital y creativa de su amigo personal, el escultor ruso Ossip Zadkine (Vitebsk, 1890 – Neuilly-sur-Seine 1967) que se casó con la pintora Valentine Prax el 14 de agosto de 1920 y cuyos testigos fueron Foujita y su esposa Fernande Barrey. Entre las muchas fotos de Zadkine que se guardan en el Musée Ossip Zadkine et Valentine Prax de Paris, se halla la de la boda. Además de la colección, la Conservadora jefe del citado museo, Noelle Chabert, ha publicado un importante catálogo razonado sobre la obra de Zadkine.
El arte de este escultor ya era reconocido en los años treinta. Aquí se señala porque en el Paris de 1937, además de la Exposición Internacional en la que como se ha dicho en la primera parte participaron, entre otros, Picasso, Miró y Navarro Ramón, se presentaron otras muestras de arte como la que tuvo lugar en el Petit Palais titulada Des Maítres de l’art indépendant, colectiva con 47 esculturas de Zadkine. Este creador, con el inicio de la II Guerra Mundial, se exilia con otros muchos artistas franceses a los Estados Unidos. Acabada la guerra, Zadkine vuelve a Paris y tres años después el Musée National d’ Art Moderne le hace una retrospectiva. El citado Museo, a través del Ministerio de Educación Nacional, Artes y Letras de la República Francesa, compra una obra a Navarro Ramón, “Femme et Guitarre”, por cuarenta mil francos, firmada en Paris el 24 de septiembre de 1952.
Joan Miró (Barcelona 1893-Palma de Mallorca 1983) traslada en 1919 su residencia a Paris. Allí conoció a Picasso y estuvo en contacto con las vanguardias. Al producirse la ocupación de Paris por el ejército alemán, Miró volvió a España, se refugió primero en Vic y Luego en Mallorca. Su universo de trabajo en La isla estuvo jalonado por un gran número de viajes, unos más alejados geográficamente como el que le llevó a Nueva York en 1941 para exponer en el Museo de Arte Moderno de dicha ciudad, y otros más cercanos como el realizado a Ibiza, pues desde esta isla el 30 de marzo de 1946 envía una tarjeta postal a Navarro Ramón. Este artista recibirá de Nueva York otra tarjeta enviada el 17 de abril de 1947: “cariñosos saludos y un fuerte abrazo, M® Dolores, Pilar y Miró”. Del mismo año el catálogo de la exposición realizada en la Matisse Gallery ‘de la citada ciudad norteamericana dedicado “A Josefina Ramón Navarro (sic) amb tot el sincer afecte de Miró”.
Una invitación para La inauguración de una exposición de Miró el 19 de noviembre de 1948 en la Galerie Maeght de Paris, y de la misma galería dos más, una del 19 de junio de 1953 y otra del 28 de abril de 1961. El Museo de Arte Moderno de Paris también le dedicó una exposición antoLógica con 241 obras.
En 1969 en Barcelona también se le organizó una gran exposición retrospectiva con 396 de sus obras. El Gran Palais de Paris reunió una gran muestra de su pintura, cerámica y escultura (1974) y en 1975 se inauguró la fundación Joan Miró.
Manuel Colmeiro Guimarás (Chapa, 1901 – Salvatierra do Miño 1999) es uno de los gallegos con los que se relacionó Navarro Ramón durante la República, en estancias tanto en Madrid como en Barcelona. Debido a la Guerra Civil, Colmeiro se exilia en Argentina donde residirá hasta 1949 que vuelve a Europa y se instala en Paris. En la capital francesa se reencuentra con Navarro Ramón y es cuando este pintor pensará en su viaje a Buenos Aires. En 1956 expuso en una importante galería argentina, inaugurada en 1955, que tenía el nombre de Galería Pizarro. Plásticamente, hay unas particulares muestras formales y compositivas entre ellos. Colmeiro a partir de los años 60 realizará viajes periódicos a Galicia. Se ha de mencionar la antológica que le dedicó el Museo Español de Arte Contemporáneo en el año 1983. Su hija Elena, reconocida ceramista, envía en 1981 desde Japón una tarjeta postal a Navarro Ramón.
Otro gallego viajero amigo de Navarro Ramón fue LaHeiro (Donramiro, Lalín 1908 Vigo, 1996) que emigró a los 13 años con sus padres a Cuba y que retorna cuatro años después a Lalín. En 1951 se traslada a Buenos Aires y allí se quedará hasta 1970. El 5 de junio de 1972 está en Madrid pues dedica un dibujo “A Pepita y a Juan de su amigo y colega, LaHeiro”. En 1981 dona su legado a la ciudad de Vigo, dos años después el Ayuntamiento de esa ciudad le dedica un museo monográfico. En 2001, la Fundación Laxeiro lleva a La Habana la primera antol»gica de Laxeiro fuera de España en los meses de marzo y abril de 2001.
Antonio Lago Rivera (A Loruna 1916 – Paris 1999) era el mas joven de Los amigos de Navarro Hamon. Recientemente, La Diputación Provincial de A Loruna ha publicado en La serie “Grandes pintores” un estudio realizado por María Blanco Conde sobre el pintor Lago Rivera del que dice que fue uno de los primeros representantes españoles de la Escuela de Paris donde se trasladó en 1945 con su amigo José Guerrero, volviendo al año siguiente a Madrid. En el año1960 adquiere un estudio en Paris y en un viaje a España, en 1962, unos amigos le convencen que compre una parcela en Altea, donde construye una casa que fue su refugio cuando la acondicionó. Desde Paris escribe a Juan y a su mujer: “Otra vez en Paris. Pasaremos aquí el invierno mientras no tengamos resuelto asunto calefacción en Altea. Muchos éxitos para Juan por su exposición y un feliz año para los dos y familia. Un fuerte abrazo Antonio, Jeaninne”. En 1980 se queda en Altea, el clima favorece su salud y la de su mujer. Por eso, en 1981 se desprende del estudio de Paris y como no puede soportar la contaminación de Madrid se queda en Altea. En el archivo de Navarro Ramón hay otra carta de fecha 4 de enero de 1985 de Antonio y Jeaninne. En 1988 Antonio Lago aún vuelve a Paris para una estancia de un año y muere en la capital francesa.
Una vez expresadas de manera sucinta las interesantes sintonías plásticas y personales de Picasso, Zadkine, Foujita, Miró, Lolmeiro, Laxeiro y Lago con Juan Navarro Ramón que, evidentemente constituyen un universo especial, importante y particular, no se puede olvidar a una persona que para el pintor nacido en Altea fue su otra mitad, su mujer, PEPITA FISAG. Ella representa ese lado de la sombra respecto a lo publico pero es la luz del artista en lo privado, siempre estuvo a su lado. Ell también merece nuestro recuerdo.
A manera de síntesis he de decir que la inmersión en el mundo de Juan Navarro Ramón desde el principio estuvo llena de preguntas, a muchas de las cuales no he encontrado respuesta. Pero también puedo afirmar que para conocer su particular magnetismo personal y creer en su arte, además de la curiosidad, hay que escuchar sus obras porque cada una de ellas habla y desprende su energía particular.
Lon el resumen de las relaciones con otros artistas he de cerrar capítulo aunque el archivo de Navarro Ramón todavía queda abierto a otros estudios. Especialmente al de la obra que sabemos que pintó pero que todavía no está localizada. A pesar de eso, con la que conocemos es suficiente para afirmar y reconocer su valor artístico y su lugar en la historia del arte del siglo XX.